miércoles, 15 de febrero de 2017

El sexo y la guerra: un vistazo desde la perspectiva de la filosofía y el psicoanálisis.




Por: Elkin Emilio Villegas Mesa.
                                                                                                            Psicólogo-Psicoanalista

Ha de concederse que todas las mociones que la sociedad proscribe por malas —escojamos como representativas las mociones egoístas y las crueles— se encuentran entre estas primitivas. Estas mociones primitivas tienen que andar un largo camino de desarrollo antes que se les permita ponerse en práctica en el adulto. Son inhibidas, guiadas hacia otras metas y otros ámbitos, se fusionan unas con otras, cambian sus objetos, se vuelven en parte sobre la persona propia.
Sigmund Freud


Introducción

Aunque sería necesario, desde la perspectiva del rigor epistemológico, establecer relaciones y diferencias entre el sexo y la guerra en un completo estado del arte, con el fin de circunscribir dicha temática en la lógica de la investigación, en esta ocasión, por tratarse de una aproximación preliminar, me limito solo a dar unas cuantas pinceladas a tres grandes momentos de la evolución cultural humana: la antigüedad grecorromana (en la perspectiva de Taylor Caldwell), la Edad Media (desde el punto de vista de Umberto Eco) y la contemporaneidad (desde la mirada de Freud y Lacan). Se podría decir que en estos tres períodos palpita el espíritu o la esencia de la relación entre estas dos grandes inclinaciones humanas, por lo que es posible rastrearlas e inferirlas en cada fase. Esto se debe a que el sexo y la guerra son dos factores constitutivos de la especie humana y, a pesar del tiempo y de la evolución cultural, ambos rasgos siguen dando que pensar, al punto de constituir dos pilares de la reflexión en distintos campos de las ciencias sociales, la filosofía política, el derecho y el psicoanálisis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario